Se produce entonces un "juego de preguntas y respuestas"
entre las mesas de juego.
El juego con los módulos de madera, la denominada
videoconferencia continua, entre las distintas ciudades durará
siete días las 24 horas del día.
Esto quiere decir: El espacio virtual existirá siete
días; existirá únicamente a través
de sus puntos extremos.
¡El espacio es una ratificación que el juego
funciona! Está previsto que cada lugar cada 24 horas
reciba un nuevo juego de 50 módulos de madera de colores
variados para jugar con él y poder construir las torres
frente a la cámara de video.
De este modo, cada lugar recibirá en los siete días
siete juegos de módulos de madera.
Al final de cada uno de los siete días, los módulos
de madera pasarán a pertenecer a los jugadores.
Ellos podrán pegar los módulos de madera, y
de esa manera obtener y conservar el último resultado
del día, o bien repartir los módulos y regalarlos.
Sea como fuere, su trabajo con los módulos de madera
se conservará en la website del proyecto.
En cada lugar habrá cuatro "jugadores principales".
Ellos serán los vigilantes y custodios del juego. Los
cuatro serán también, junto a sus tareas como
jugadores, los responsables principales de cada lugar. Ellos
serán en su calidad de "especialistas del juego"
responsables en su lugar de que el juego se desarrolle sin
conflictos, serán responsables de la organización,
la realización, la presentación y la transmisión
de su juego -a través de internet- a la website de
"Arte en el espacio - Espacio de arte".
Los jugadores principales encomendarán a otros jugadores
que continuarán el juego por ellos.
En todo momento, solamente cuatro jugadores podrán
estar sentados a la mesa
al mismo tiempo. Todos los posibles problemas los decidirán
y resolverán en el lugar los mismos jugadores principales;
por eso son los jugadores principales.
Para finalizar mi exposición sobre el "Espacio
virtual" quisiera agradecer a todos los jugadores y los
invitados de esta Maratón Mundial del Juego por su
participación y entusiasmo. Juntos hemos demostrado
que es posible, más allá de fronteras territoriales,
culturales e idiomáticas, comunicarnos con los demás
y ser creativos.
Wolfang Luh (Kassel, Mayo de 2002)
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